Por Felipe Ruiz

Nuestros inicios

El problema

Les ha pasado que cuando van a comer a un restaurant y no quieren tomar tragos alcohólicos, ¿la opción se reduce siempre a tomar agua, limonada o una bebida carbonatada de fantasía? Personalmente siempre he evitado tomar bebidas de fantasía, debido a la gran cantidad de azúcar, conservantes, preservantes y químicos que son nocivos para la salud. Tomo agua recurrentemente durante el día para mantenerme hidratado, pero es un maridaje insípido para comer. En general me inclino por tomar limonada, sin azúcar y endulzante, la cual suele ser rica, pero me falta un ingrediente crucial, el gas.

Me di cuenta que me encantaría una bebida que no fuera perjudicial para la salud (o incluso, beneficiosa), con un sabor intenso, que sea agradable para maridar la comida y gasificada.

La idea

Soy Felipe Ruiz, fundador de Gingaro, Ingeniero Civil y me considero un sibarita, amante de la vida y considero que estamos en la tierra para disfrutar lo que comemos y tomamos. A pesar de esto, la verdad es que no tenía mucho conocimiento de producción de alimentos en ese momento. ¿Cómo podría encontrar y fabricar una bebida que cumpliera con estas características? Necesitaba un sabor innovador, pero que al mismo tiempo fuera de gusto popular. De casualidad en ese tiempo de exploración, un día vinieron unos amigos a mi casa y uno trajo Vodka, Ginger Beer, limón y menta para hacer Moscow Mule. Quedé fascinado del sabor de este cocktail, que tenía algo muy peculiar, la Ginger Beer.

Entonces me puse a investigar qué era esta bebida, en ese momento desconocida para mi y descubrí que puede ser fabricada artesanalmente en la casa, algo así como una Kombucha. Toda una incógnita de cómo iban a resultar. Además del buen sabor que tiene la ginger beer, al ser un producto fermentado naturalmente en base a jengibre, encontré diversos estudios sobre sus beneficios para la salud como por ejemplo que es antinflamatorio, antioxidante, ayuda para el sistema inmune y contiene probióticos que son beneficiosos para la flora bacteriana y la digestión.

Así que me aventuré a hacer mi primera ginger beer para ver que tal resultaba. Siguiendo los pasos que encontré en internet, hice unas Ginger Bug (algo así, como la “masa madre” del pan) y cociné en una olla un té de jengibre. Los mezclé y tenía que esperar 2 semanas que fermentaran.

Ginger Bug

La creación de Gingaro

Durante esas 2 semanas de fermentación, calzó que eran mis vacaciones y me fui de viaje a la carretera Austral en moto, por lo que iba a tener 4000kms arriba de mi moto para pensar como transformar este producto en un plan de negocios. Necesitaba aprender sobre el proceso de fermentación, como desarrollar un producto alimenticio, armar una línea de producción y la logística de vender un producto así.

A la vuelta de mi viaje, abrí mi primera ginger beer:

 

Tenía un sabor agradable, pero poco gas, era un poco aguada. Tenía una idea de producto, pero todavía me faltaba mucho para tener una ginger beer que la rompiera.

Necesitaba socios para armar el proyecto, por lo que les compartí a mis hermanos la voluntad de disrumpir la industria de las bebidas y les mostré el plan de negocios que había armado.  Como familia tenemos experiencia invirtiendo en Venture Capital, por lo que les hizo sentido la necesidad presentada de crear una bebida sana y rica.

Nos lanzamos y creamos la empresa, en ese momento sin nombre y definimos dos tracks el desarrollo de producto y desarrollo de marca. Para el desarrollo de producto, le pedí apoyo a la Anto, Agrónoma Enóloga quien me enseñó todo lo que se sobre fermentación y para el desarrollo de marca trabajamos con Magia Liquid, los cracks que nos guiaron en la creación del mundo de Gingaro.

Los primeros pasos

Mi departamento por muchos meses pareció como un laboratorio, más que una vivienda por todas las botellas y frascos que tenía dando vueltas. 

Laboratorio Gingaro

De a poco, prueba y error y estudiando científicamente el comportamiento de los organismos que estaban dentro de la Ginger Beer, fui entendiendo las cantidades y condiciones necesarias para lograr el resultado esperado.

Acá les muestro la que fue mi primera Ginger Beer con gas y buen sabor, por favor escuchen ese lindo sonido:

 

No se imaginan la emoción que tuve en ese momento, compartida con mis hermanos:

Además de tener el líquido adecuado, necesitaba encontrar el formato adecuado para embotellarlo, la mejor materia prima y las etiquetas para la botella:

Después de meses de experimentación en todos los ámbitos, estaba listo para aumentar de una escala de consumo personal hasta una escala comercializable, por lo que arrendé un espacio para instalar una cocina en el cowork Taller1.

La mudanza (gracias Gonzalo!):

Mudanza

La primera producción en la cocina:

Armando el dream team

Conversando con diferentes dueños de restaurantes que han experimentado con productos artesanales, me di cuenta de que la clave de un producto artesanal exitosos es la constancia, por lo que comencé la búsqueda de un/a persona encargada de producción que fuera experto en cocinar. En ese proceso conocí a la Coni, cocinera experiencia en un restaurante Michelin, amante de los fermentados y emprendedora, por lo que tuvimos un match perfecto.

Teniendo el desarrollo de producto listo, me di cuenta de que me faltaba una parte crítica de mi negocio, llevar el marketing y comunicaciones para compartir la propuesta de Gingaro a la mayor cantidad de gente posible, por lo que hablé con mi amigo Colomer, ingeniero comercial, fotógrafo y emprendedor, para que se sumara a este lindo proyecto.

Hoy 17 de noviembre del 2022, nos sentimos listos para abrir Gingaro al mundo, un startup de bebidas naturales, sanas y orgánicas con nuestro primer producto, la ginger beer. Estamos ansiosos de que la mayor cantidad posible de personas prueben el producto que hemos hecho con mucha dedicación y pasión durante el último año. Seguiremos trabajando arduamente por entregarles nuevos sabores y productos que vendrán pronto.